Hace ya muchos años, vivía en Alcalá de Henares una hermosa muchacha llamada María Alcolea. De buena familia y de porte tan distinguido era que numerosos pretendientes, nobles y con hacienda, la cortejaban.
Corría el año 1184, cuando un labrador alcalaíno, que se hallaba trabajando las tierras de su señor, cayó por accidente al río Henares.
San Vicente Ferrer (Valencia 1350-Vannes 1419), teólogo y predicador, fue una importante figura política de su tiempo, que tuvo un gran papel durante el llamado "Cisma de Occidente" cuando dos papas; Urbano VI (en Roma) y Clemente VII (en Avignon) reclamaban el cetro de San Pedro.
En el mes de mayo del año 1597 llegó a la iglesia de los jesuitas, hoy de Santa María, un foráneo pidiendo el sacramento de confesión. Le asistió el padre Juan Juárez, ante el cual el desconocido reconoció haber asaltado una iglesia y robado sus vasos sagrados con las sagradas formas. Arrepentido de sus actos le entregó, además, las veinticuatro formas envueltas en un paño.
Cuenta la historia que, por el año 1085 d. J.C., el rey Alfonso VI encargó al arzobispo de Toledo, don Bernardo de Agen, la reconquista de la antigua Complutum, que se hallaba bajo el dominio musulmán.
Salomón fue el tercer rey de Israel, elegido sucesor de su padre David en 1.011 a.c. Reinó entre 978 y 931 a.c y su reinado se caracterizó por el mantenimiento de la paz interior y exterior.
Siendo emperador Diocleciano dio éste la orden de perseguir en todo el Imperio a todos aquéllos que profesaran la fe en Cristo. A finales del siglo III d. J.C. ya había cristianos en la ciudad de Complutum, por lo que el gobernador Daciano, cumpliendo las órdenes de su emperador, mandó a sus soldados para que anunciaran por las calles de la ciudad que todo aquél que no renunciase al cristianismo sería condenado a muerte.
Cuenta la leyenda que los primeros fundadores de Alcalá de Henares fueron de origen griego, remontando así los orígenes de la ciudad a tiempos anteriores a la Complutum de la época romana.