Posteriormente, a mediados del siglo XVIII, sería traslado a su emplazamiento actual en el llamado callejón de Santa María, detrás de antigua iglesia del mismo nombre.
Originariamente, este colegio daba albergue a 48 colegiales.
Tiene una sencilla portada de dos alturas. En la planta baja encontramos una sencilla puerta de madera y una pequeña ventana cuadrada con reja exterior.
En la planta superior, las ventanas, de mayor tamaño y rectangulares, están protegidas por recios barrotres.
Ya en su interior, el zaguán conduce a un patio típicamente castellano, de columnas con galerías de madera.
La galería inferior conecta con otro patio trastero en el que se conserva un pequeño friso con azulejos antiguos.
Pero su mayor singularidad se encuentra en la galería alta en la que se puede observar, a ambos lados, descubiertas en parte, dos inscripciones tipo "vítores", en azul añil, posiblemente realizadas por estudiantes de la Universidad del siglo XVIII.
Actualmente, tiene su sede en él una de las Oficinas Municipales de Turismo.
